sábado, 4 de febrero de 2012

La propulsión de la cultura hispana en EE.UU. reduce la influencia de España en el mundo




EL VALOR DEL “ESPAÑOL” (CON EL 16% DEL PIB NACIONAL) PUEDE GENERAR MAS EMPLEO Y POTENCIAR LA “MARCA ESPAÑA” EN PAISES EMERGENTES

-- Una “Commonweatlh Hispana” daría cobertura a una de las mayores comunidades comerciales del mundo.


España necesita exportar el “español” de forma más decidida no sólo desde el punto de vista cultural y económico, sino sobre todo para mitigar su principal amenaza: Miami, ciudad en los EE.UU. que en los últimos años se ha erigido en el epicentro de lo “hispano” y metrópoli que actúa como puente de desembarco en Latinoamérica.

El “español” es una industria tangible capaz de dar empleo a más de 4 millones de personas en España, cuya explotación podría reportarle mayores suculentos beneficios al conjunto del país, y cuyo valor económico representa actualmente el 16% del PIB nacional.

Un buen número de empresas del sector editorial, audiovisual, educativo, telecomunicaciones, distribución, call centers, contribuyen a unos flujos comerciales en todo el mundo con incrementos superiores al 230%, de acuerdo a ciertos cálculos.



Según la Fundación Telefónica, sólo “el factor ñ” de los contenidos en las industrias culturales aportan el 3% del PIB de la economía española. La capacidad de compra de los casi 500 millones de hispano-hablantes en todo el mundo ya representa el 9% del PIB mundial. España y su industria haría bien en mimar este tangible exportador con algo más de estrategia, coherencia y planificación, cohesionando no sólo los intereses de las empresas afines sino igualmente las competencias del cuerpo diplomático, las oficinas comerciales en el exterior, y hasta la política cultural y comercial del nuevo gobierno en Madrid, en especial con miras a los países emergentes (China, India, Vietnam, Rusia y Africa)

Desde hace años padecemos las consecuencias lamentables de la “dejadez” de la Administración española y las guerras internas por las lenguas autonómicas, habiendo degradado “de facto” la otrora posición dominante del español en el mundo. No sólo entre las instituciones europeas (la última, la Oficina Europea de Patentes que desestimó el español como lengua oficial), sino aún más grave, olvidando con ligereza contagiosa que los hispanos de los EE.UU. con casi 50 millones de hablantes (previsión de 130 millones en 2.050, siendo hoy en día la primera comunidad étnica más poderosa e influyente de EE.UU. y el 4ª país de habla hispana en el mundo) esté ejerciendo una fuerza de atracción imparable.


El epicentro de Miami

De continuar con esta tendencia, es bien posible que el "español" pase a ser el motor dominante en los EE.UU., mientras que España (y su administración a la cabeza, industria, empresas afines y grupos de interés) siguen inmersos en guerras peregrinas internas y dejándose arrastrar por el "laissez-faire". Este hecho ha facilitado que Miami (en los EE.UU.) se haya erigido en el epicentro mundial del español, cuya comunidad hispana en Norteamérica posee un poder adquisitivo superior al de Brasil y México juntos, eclipsando así a España su propulsión cultural en el mundo.

Un botón de muestra, el denominado "code-switching": modalidades del habla en español que mezcla con el inglés y tan generalizado en la literatura y medios de comunicación hispanos en EE.UU.

Todo ello pese a reconocer en ciertos estudios: “el valor económico del español: Una Empresa Multinacional incluye otras muy notables expectativas de desarrollo económico—la lengua hace que se multiplique entre 2 y 3 veces la cuota de mercado de las exportaciones españolas con el conjunto de países hispanohablantes, alto factor multiplicador que es mayor incluso que el inglés entre los países anglosajones; y el dominio del español mejora el acceso al empleo, facilita la obtención de trabajos de mayor calidad y propicia la movilidad laboral ascendente de los inmigrantes. Esta información es una garantía última del idioma que demuestra ser valioso para no solo hablantes nativos y de competencia limita en los Estados Unidos quienes quieren desarrollar sus aptitudes para destacarse en difíciles tiempos laborales pero también para compañías quienes ya desarrollan sus actividades o les interesa desarrollar sus actividades en nuevos mercados hispanohablantes“, según publica la Fundación Telefónica.


Fuente: http://eprints.ucm.es/9727/1/DT11-08.pdf


Algunos déficits que hemos de corregir de forma inmediata: la Corporación RTVE, cuyo canal internacional en español por satélite lanzado en 1989 padece cortes habituales de emisión, desprogramación, contenidos basura y de dudosa calidad cultural, haciendo caso ajeno a las reclamaciones de los telespectadores, denotando una aparente flaca sensibilidad por la imágen del "made in Spain" y la defensa de la marca España en el exterior. Comparativamente otros estados como Alemania, Francia, Italia o los países árabes han sabido sacar provecho de las emisiones por satélite con una mayor oferta de contenidos, canales, profesionalidad de equipos y cobertura satelital.

Algo parecido debería defenderse por encima de intereses partiditas con las emisiones exteriores de canales españoles de radio e Internet, donde en comparación con otros países de lenguas extranjeras, contamos con una oferta muy reducida.

Aunque en las TIC´s en español parece haber escalado posiciones (“El español es el tercer idioma más utilizado en Internet con 164,9 millones de usuarios , lo que representa el 7,8% del total de usuarios de Internet a nivel mundial. El número de usuarios de Internet en español ha crecido en un 807,4% entre el año 2000 y el 2011 aunque la ratio de penetración de Internet entre el total de hispanohablantes es aún del 39%. –según la Fundación Telefónica), el “desprecio” entre antiguos responsables en la Administración española por esta emergente industria, no nos ha permitido aprovechar todo su potencial en comparación con el inglés, chino o árabe, entre otros.

Para el catedrático de Economía aplicada José-Luis Gracia Delgado de la Universidad Complutense de Madrid: “De esta comparación y de las proyecciones anteriormente citadas se deduce que el reto del español en el futuro no estará tanto en su crecimiento demográfico sino en la difusión de su uso como lengua internacional”.



Por todo ello, podría hacerse aconsejable tomar en serio de una vez por todas la importancia comercial, cultural, geoestratégica y política del “español” en el mundo, como “oportunidad de negocio” con algunas de las siguientes propuestas:

1.- Una Dirección General del Español dependiente a caballo de Presidencia del Gobierno, Ministerio de Economía, Asuntos Exteriores, Ministerio de Cultura y de Defensa, debería velar por diseñar, tutelar, coordinar e implementar un plan estratégico a largo plazo en defensa del este idioma universal para aprovechar de forma decidida su capacidad exportadora y conquista de nuevos mercados en los próximos 20 años.

2.- Este centro neurálgico del español ha de involucrar en una primera etapa a toda la industria afín en España, empresas privadas audiovisuales, red de Institutos Cervantes, RAE, Biblioteca Nacional, Universidades y centros de investigación, entes públicos (RTVE, Agencia Efe, SEPI, ICEX, Oficinas de Turismo), Instituto español del Cine, Hispasat, Iglesia Católica, así como los principales gestores de contenidos en Internet entre otros. En una etapa posterior se ha de “trabajar” al resto de países de habla hispana en el mundo.

3.- La política exterior española debería pasar por aunar los intereses políticos y culturales de países como Portugal y Brasil, que por su afinidad gramatical, permitiría darle una mayor proyección universal a ambas lenguas. Llegado el caso, Madrid debería osar por unificarse con Portugal y permitir que nazca una nueva potencia hispano-lusa: Iberia (con una segunda capital administrativa en Lisboa). Sus efectos sobre el “español” no adivinamos a cuantificar hoy en día.

4.- Todo los países latinoamericanos (desde Canadá -Quebec- y EE.UU. –donde residen los principales núcleos hispanos en Norteamérica) hasta Tierra de Fuego junto con Iberia, pasando por todos aquellos polos donde el español aún late en el mundo tanto en Asia, como en Africa, podrían constituir una especie de alianza o “Commonwealth Hispana”.

5.- La diplomacia española debería velar por conseguir “un estatus especial” en Europa y resto del mundo por el mero hecho de pertenecer a la comunidad pan-hispánica, de forma similar a la Corona Británica con sus ciudadanos de los 54 países que conforman la Commonwealth. Un paso más atrevido iría encaminado a admitir un negociado especial en toda la legación española en el mundo que defiendera los intereses de cualquier nacional hispano, por sus históricas relaciones especiales con el reino de España.

6.- La Oficina de Información Diplomática, junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores, harían un gran favor a España si canalizara de forma sistemática sus contenidos culturales y educativos en español a millares de medios de comunicación en el mundo en español repartidos por los 5 continentes (excluyendo Latinoamérica), siguiendo el ejemplo de otras cancillerías europeas como Alemania (Ver relación de prensa en el mundo en español). La RFA constituyó en su día un ente de propaganda multilingüe del Ministerio de AA.EE, denominado “InterNationes” (actualmente integrado en la red de los Institutos Goethe) que difunde “la realidad germana por todos los continentes a través de la preparación y difusión gratuita de contenidos culturales y educativos en formatos audiovisuales, prensa, editorial y organización de visitantes extranjeros” .

7.- Todas las Universidades, centros de investigación y cátedras de filología hispana en el mundo están llamados a potenciar y aprovechar decididamente las nuevas tecnologías (Internet) para favorecer y obtener grandes sinergias en la “transferencia tecnológica”. La empresa privada puede descubrir un filón donde registrar y comercializar suculentas patentes a escala global.

8.- España tiene que hacer una defensa mucho más decidida para que los principales fabricantes de ordenadores en el mundo, incorporen la "ñ" en sus teclados, en reconocimiento de su globalidad (En muchos de ellos vienen ya de fábrica con la "ç" francesa, la "&" inglesa, el signo del €uro o del $-dólar entre otros. Esta simple obviedad puede acarrearnos grandes beneficios (unos 500.000 millones de €) en los más de 2 billones de ordenadores repartidos por todo el universo (sin contar móviles, tablets, consolas, máquinas de escribir, etc).

9.- El mundo parece caminar no tanto por zonas geográficas sino por “regiones vegetativas culturales”, y una de ellas la hispana, junto con la anglosajona, la china y la árabe, posee de entrada un factor dominador. Sin romanticismo, ¿hay alguien hoy en día en España que mire más allá de la ventana y adivine los riesgos y oportunidades en clave de negocio? Hasta ahora, predominan las tesis académicas que enfatizan el aspecto cultural. En consecuencia, una defensa más audaz del idioma español en las organizaciones y foros internacionales resulta ser prioritario y una cuestión de Estado.

10.- Con el Día de la Hispanidad, el Senado español -tan cuestionado por su rol- podría acoger con carácter institucional una representación de cada país y comunidad hispana en el mundo.

11.- El Gobierno en España tal vez podría tomar ejemplo (no sólo) de la Iglesia Católica que ha sabido montar desde el Vaticano en 1995 una red ecuménica en español llamada Catholic.Net para "evangelizar" la fe en todo el mundo. Estas sinergias desde la curia aglutina esfuerzos que nutre a una numerosa comunidad de seguidores por los 5 continentes.

12.- Para luchar contra el crimen, por qué no una dependencia de la CIA norteamericana y el CNI español?: Para los servicios de inteligencia norteamericanos, España sigue figurando en sus listados como una "amenaza transnacional" por el narcotráfico, el blanqueo del dinero, el terrorismo y el crimen organizado en su conexión con Latinoamérica. Por cierto, la CIA paga un bonus adicional de 35.000 dólares a todos aquellos agentes con dominio del español como idioma adicional.

13.- En suma, la “marca España” se beneficiaría decididamente de todos esos esfuerzos coordinadores en materia diplomática, comercio exterior, económico, empresarial, cultural y religioso en especial hacia los países emergentes en Asia, Oriente Medio y Africa. Se calcula que el factor de intercambio comercial –entre países de habla hispana- podría incrementarse el 300% y el coeficiente de multiplicación sobre los flujos bilaterales podría rondar casi el 600%, según ciertos cálculos.