sábado, 27 de septiembre de 2014

CUANDO EL TAMAÑO SI IMPORTA:

LAS PYMES ESPAÑOLAS TIENEN QUE AUMENTAR DE TAMAÑO E INTERNACIONALIZARSE.-

Las pequeñas y medianas empresas españolas (pymes) tienen un tamaño bastante pequeño. Deberían por ello aumentar de tamaño para ser más competitivas y mejorar fuentes de financiación. De acuerdo a un estudio del Círculo de Empresarios y el gabiente de estudios del BBVA, en países como España, Italia, Portugal y en parte también en Francia,  el tejido económico está donimado por „micro-empresas“ (hasta máximo 4 trabajadores frente a los 12 de media en la RFA). Las pymes españolas con una plantilla entre 10 y 49 trabajadores triplican su número a las alemanas (comparativamente las pymes germanas se situan de promedio entre los 50 y 249 trabajadores).

Las micro-empreas españolas representan el 40% de la masa laboral en el país, mientras que las pymes de más de 250 trabajadores a penas representan el uno por ciento del conjunto nacional. Por ello, el estudio recomienda corregir urgentemente  esta tendencia y aumentar su tamaño  para ganar en competividad internacional.



Si ya de por sí  las pymes en términos generales tienen un serio problema en España para sobrevivir en el escenario de la crisis que nos encontramos, las micro-empresas lo tienen peor en un mundo cada vez más global, de cara a acceder financiación externa, acometer inversiones, contratar y fidelizar a una mano de obra cualificada y motivada, así como a realizar esfuerzos en I+D+i y vender en el exterior.

Las pymes y micro-empresas españolas pues están obligadas para sobrevivir a aumentar de tamaño, para que su „masa crítica“  y punto idóneo de equilibrio competitivo se alcance con un tamaño comprendido entre los 100 y 250 trabajadores de promedio. Sólo así aquellas que consigan dicho tamaño se beneficiarán de una mayor posición dominante en los mercados y podrán contar con un mejor potencial de negociación (con el capital, proveedores, compras, etc) 

El aumento de tamaño favorece en términos generales mejores perspectivas de financiación externa, potenciación del capital propio y evitaría estrecheces de liquidación. Asimismo permitiría llevar a cabo nuevas inversiones, I+D+i, contratar a un personal más cualificado y crear empleo, así como mejorar su balanza comercial aumentado las ventas en el exterior, y lo que es más relevante, internacionalizarse.

El gobierno de Mariano Rajoy (PP) se ha propuesto crear , de acuerdo a sus previsiones económicas recogidas en los presupuestos generales para 2015,  casi 350.000 empleos nuevos. En vista a que las pymes y micro-empresas superan el  90% del conjunto (ver cuadro) del tejido empresarial español, bien haríamos favoreciendo el aumento de su tamaño para acelarar la creación de empleo y reducir el paro. En especial si se tiene en cuenta que de todas ellas sólo el 20% recurre a la banca y cajas de ahorros para financiar sus inversiones de futuro.

Tal y como argumenta Jorge Sicilia, jefe de estudios económicos del BBVA: „El aumento de un uno por ciento en el tamaño de las pymes permitiría incrementar el 5% sus exportaciones (...) Cuanto más tamaño tengan y personal, más ventas en el exterior podrán contabilizar“.

Para el profesor Esteban García Canal de la Universidad de Oviedo: „Las pymes tienen que internacionalizarse. No se internacionaliza quien quiere sino quien puede”.


TAMAÑO DE EMPRESAS –COMPARATIVA INTERNACIONAL (en %)
Plantilla
España
Alemania
Francia
Italia
Portugal
Reino Unido
1-9 (micro)
93,8
83,2
93,2
94,6
94,1
89,6
10-49 (pequeña)
5,4
13,7
5,9
4,8
5,0
8,5
50-249 (mediano)
0,7
2,6
0,9
0,5
0,7
1,5
>250 (grande)
0,1
0,5
0,2
0,1
0,1
0,4

Fuente: “La empresa mediana española”

jueves, 22 de mayo de 2014

¿ES SOSTENIBLE EL TURISMO MASIFICADO EN ESPAÑA ?

El turismo es una de las industrias más potentes de la economía española: los 60 millones largos en el 2013, convierten a España en el tercer destino receptivo del mundo. El turismo representa más del 12% del PIB español y da empleo a millones de empleos, tanto directos como indirectos (Ver Turismo en cifras). Sin embargo, aunque sea una fuente generadora de divisas, ingresos y riqueza, algunos se plantean si estamos superando el nivel de sostenibilidad debido a la masificación de ciudades y puntos en  Madrid, Barcelona, Canarias, Baleares, Málaga, Sevilla, etc.

En una ciudad como Barcelona, convertida ya en quinto destino mundial para el turista extranjero, cada año llegan más de 7,5 millones de turistas por tierra, mar y aire. Cada vez más afloran voces críticas que exigen al Gobierno de la Generalitat y de la ciudad de la ciudad condal, repensar Barcelona como destino turístico. ¿Está realmente preparada Barcelona -como el resto de destinos turísticos españoles- para acoger tal masificación de visitantes extranjeros todos los años? ¿Es sostenible la masificación del centro, de las rutas y puntos históricos de atracción desplazando a los lugareños? Ciudades como Barcelona, ¿están diseñadas para "convivir" con tanto turista? ¿Es sostenible la difícil convivencia entre los extranjeros (visitantes de paso) y los vecinos del lugar? ¿Es sostenible el #colapso al que parece conducirnos tal tendencia creciente de visitantes?   ¿La convivencia entre los turistas y los lugareños ha superado los niveles de tolerancia? Lo peor de todo es que, siguiendo con el caso de Barcelona, sus autoridades no parece contar con un plan  estratégico de futuro para mantener el "monocultivo" del turismo, que por otro lado está degradando  los servicios, infraestructuras, hasta el entorno y el patrimonio (humano y arquitectónico).



El  turismo insostenible, en ciudades como Barcelona, es causante de otras muchas dolencias medio-ambientales, como exceso de contaminación del aire, del agua y otros recursos naturales. La sobre-explotación del patrimonio natural sin su reposición también está generando un peligro para la sostenbilidad de la vida en las grandes urbes, el bienestar general y, lo que es más importante, la salud de las personas. 
Barcelona es una de las ciudades más contaminadas de Europa con cerca de 20.000 muertes anuales directas a causa de las enfermedades derivadas de la exposición de CO2 a la atmósfera.
El impacto como consecuencia de la destrucción del suelo, agua, espacios, aire y excesivo consumo de energía y masiva generación de residuos, contaminación y destrucción del entorno (huella ecológica), nos debe plantear si realmente alentar tanta masificación de turistas sin contra-medidas y contra-prestaciones es sostenible a largo plazo. Si tuviéramos que medir económicamente los daños producidos del turismo masificado (incluyendo las externalidades y el impacto sobre el patrimonio natural), tal vez nos llevaríamos las manos a la cabeza.

Me temo que todas estas cuestiones y estudios que avalen las decisiones no tienen una fácil respuesta. Pero sí es cierto que tanto el sector, los profesionales del ramo, los expertos en estudios, como las autoridades y las comunidades de vecinos, deben replantearse su futuro para dar con ese equilibrio que en el fondo todos aspiramos. El debate queda abierto.






miércoles, 21 de mayo de 2014

LA DECADENCIA DE EUROPA Y SU FALTA DE SOBRIEDAD POLITICA


Entrevista a José Mujica, presidente de Uruguay en el programa "Salvados": todo un ejemplo en los tiempos actuales.














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viernes, 17 de enero de 2014

PROPUESTAS PARA REINVENTAR ESPAÑA

Por su importancia reproducimos este artículo de EL CONFIDENCIAL


Las 14 propuestas que aconseja el catedrático Luis Garicano para reinventar España:


En su libro El dilema de España (Península Atalaya), el catedrático de Economía y Estrategia de la London Business School Luis Garicano plantea que España debe decidir si quiere ser la Venezuela de Europa, a la que nos parecemos ahora, o la Dinamarca del sur, a lo que, asegura, deberíamos aspirar. Para ello, explica (a modo de relato ficticio en el que un periodista del año 2034 explica cómo ha logrado España que dos científicos españoles ganen sendos premios Nobel) las medidas que nuestros gobernantes deberían llevar a cabo.
Medidas políticas
1. Un gobierno de coalición
Un proyecto ambicioso requiere de un pacto ambicioso.
2. Expulsar a los políticos de los órganos técnicos
Lo primero que debería hacer el nuevo Gobierno es exigir la dimisión inmediata de todos los nombramientos políticos en órganos que deberían ser técnicos, hechos por el anterior Gobierno, y nombrar en su lugar a personas independientes de reconocido prestigio.
3. Una nueva ley de partidos
Que imponga normas mínimas para las primarias, obligatorias para la confección de listas, las auditorías y la transparencia de las cuentas.
4. Una reforma constitucional
Que elimine el Senado y las diputaciones provinciales, excepto las vascas.
5.  Reducir el número de ayuntamientos
Dinamarca convirtió los 1.389 ayuntamientos con los que contaba en 2007 en 98, y obligó a todos los municipios a contar con, al menos, 20.000 habitantes. España podría convertir sus 8.116 municipios en 600, lo que reduciría el número de concejales de 68.462 a 5.000. Tras esto, se podría transferir un gran número de competencias autonómicas en servicios sociales y educación a los ayuntamientos.
6. Reformar el Estado autonómico
El Gobierno debería introducir un sistema con competencias claramente asimétricas, confederal en la práctica para Cataluña y el País Vasco, y un nuevo modelo de financiación basado en la idea del cupo más una tasa. Esto haría que la mayoría de catalanes se inclinaran a favor de la permanencia en España.
7. Reforma de la ley de enjuiciamiento civil y criminal y de la carrera judicial
La conjunción de ambas reformas eliminaría el exceso de formalismo y garantismo y reduciría drásticamente el número de apelaciones. Mejoraría la seguridad jurídica y el cumplimiento de la ley. Los delincuentes de guante blanco y los políticos corruptos perderían su capacidad para retrasar el sistema indefinidamente y evitar el castigo. Una nueva ley anticorrupción, más dura, modelada en la legislación estadounidense contra la mafia y la corrupción política, supondría un incremento notable de la efectividad de los tribunales en estos casos.
Medidas económicas
8. Eliminar todos los contratos temporales y el Estatuto de los Trabajadores
Se debería implantar, de forma general, un contrato de trabajo a la austriaca. Todos los empresarios contribuirían con 10 días por año a una pensión de despido (el 2,75% de la masa salarial) libre de impuestos, que sea un derecho del trabajador. En caso de despido, el trabajador cobra 10 días por año trabajado por esta pensión, además de un máximo de 10 días adicionales pagados directamente por la empresa, que se convierten en 15 en caso de despido improcedente. Si el trabajador no es despedido, los 10 días por trabajador contribuidos se añaden a la pensión de jubilación.
La reforma reduciría los costes de la Seguridad Social para compensar los costes laborales debido a la nueva pensión por despido. Los costes adicionales de la reforma se financiarían vía la expansión de la base del IVA y la subida de los impuestos especiales (gasolina y tabaco).
9. Movilizar a los parados
Los parados, para recibir su subsidio, tendrán que ser “enseñantes” o “aprendices”. Habrá una lista concreta de materias de las que se podrá impartir o recibir clase y se emparejará a los parados alumnos con los parados profesores, según sus aptitudes. Mientras no se tenga un empleo, los parados tienen que asistir como mínimo a cuatro horas de clase al día, o enseñar dos. Tres faltas de asistencia conllevaría la pérdida del subsidio. Supondría un cambio radical en la percepción de lo que realmente es el paro: ya no se estaría desempleado, sino en proceso de formación.
10. Reformar los mercados y organismos reguladores
Con el lema “Incrementar la competencia y la protección del consumidor” se introducirían reguladores independientes de los mercados y se reformaría en profundidad la estructura de los mercados financieros, eléctricos y petrolíferos, de comunicaciones, etc. Todo ello supondría una fuerte caída de los precios, sobre todo eléctricos, y pondría la base para un incremento de la competitividad de las empresas españolas, especialmente las consumidoras intensivas de electricidad y energía.
11. Contundente simplificación administrativa
El Gobierno debería trazar un ambicioso plan para que España se situara a la altura de Singapur en los indicadores internacionales de facilidad para hacer negocios. Se implementaría un nuevo marco jurídico para la entrada y la creación de empresas y la eliminación de licencias previas y otros trámites.
12. Incrementar la demanda de empleo para los parados sin cualificar
Esto se podría lograr mediante el objetivo Florida. El plan pasaría por introducir una serie de cambios fiscales y en la cobertura sanitaria con el fin de que España fuera el destino más atractivo desde el punto de vista económico para los retirados extranjeros. Esto incluiría la eliminación de los impuestos de sucesión sobre la renta para los mayores de 65 años.
13. Asegurar la sostenibilidad del Estado del Bienestar
Para ello sería necesario conservar la sanidad pública, pero introduciendo criterios de eficiencia bajo el modelo británico y un modelo de cuentas nocionales a la sueca en las pensiones (un modelo por el cual cada trabajador sabe en todo momento cuánto ha acumulado en su cuenta). Finalmente, habría que introducir la eliminación definitiva de la desgravación fiscal por vivienda y fomentar el alquiler hasta que llegue al 40%, lo que favorecería la movilidad interna en el país.
Reformas educativas
14. Reforma del sistema educativo en su conjunto
La educación en España requiere una metamorfosis profunda. El componente clave de la reforma debe ser el cambio en la gobernanza de los centros, así como en la carrera profesional de profesores y directores. Ambos pasarían a cobrar mucho más (los directores el doble que los profesores), y la educación atraería a mejores profesionales. El Gobierno debería crear una Agencia Independiente para la Evaluación de las Escuelas, que publicara análisis detallados de su funcionamiento, incluyendo los resultados en los exámenes estandarizados y análisis pormenorizados de la creatividad, la capacidad de expresión oral y escrita, etc. La financiación de los centros quedaría ligada a la demanda de los estudiantes, de forma que aquellos sin alumnos tuvieran que cerrar.
La reforma universitaria se adaptaría a los modelos existentes, sobre tres pilares: autonomía absoluta personal y financiera de la universidad, así como su desfuncionarización; el rector sería nombrado por un patronato externo; toda la financiación se realizaría en función del éxito de investigación y de docencia. Los avances en investigación se medirán por su impacto, no por su número. Algunas universidades caerían, pero el resto mejorarían.