lunes, 29 de junio de 2015

LA CRISIS HELANA DENOTA QUE EUROPA ESTA MAS DESUNIDA QUE NUNCA

La crisis griega no se puede contemplar como un hecho aislado que puede afectar tangencialmente el proceso de construcción de la casa común europea y provocar algunas turbulencias pasajeras. Al contrario la crisis de Grecia  y la imposibilidad de consensuar un acuerdo con la troika por el pago de su deuda externa, dará alas a los críticos del partido del primer ministro británico Cameron  en contra de la UE y a favor de votar en el próximo referéndum de una salida del Reino Unido de las instituciones comunitarias.



Los dos frentes abiertos en la UE, uno por el sur (Grexit) y otra por el Norte (UK-exit) -aunque por razones distintas-, abre unas brechas que puede llegar a zozobrar el euro. La falta de un liderazgo europeo claro, los egoísmos nacionales y la enorme burocracia en la que se ha convertido las instituciones comunitarias para afrontar cualquier brete fuera de programa (política de seguridad, exterior, económica, etc) es la mejor pócima que beneficia a sus principales competidores: EEUU, China y Rusia.

A la crisis de deuda helena hay que añadir el ascenso de  partido emergentes populistas y nacionalistas así como las tensiones territoriales en algunos estados del Este europeo  protagonizadas  por el líder ruso Putin -que como en España demandan gratuitamente su independencia para supuestamente poner remedio a sus problemas domésticos vestidos de folclore o volver como en Rusia a recuperar su hegemonía mundial. Por otro lado, el expansionismo del terrorismo islámico por el viejo continente está cuestionando el espíritu cristiano de la vieja Europa y torpedeando los últimos siglos de convivencia pacífica. Hay que recordar que en Europa ya conviven con nosotros más de 20 millones largos de musulmanes repartidos por toda la UE. Tendencia creciente.

Países candidatos de ingreso como Turquía parecen perder interés por formar parte de esta comunidad europea que pierde brillo en el escenario internacional. Incapaz de ponernos de acuerdo con el uso de la tarjeta sanitaria europea, una unidad económica real, fiscal, bancaria, postal, de pensiones, laboral, de prestaciones sociales, o para unificar criterio frente al Cambio Climático, o sobre la digitalización de la economía, etc hacen 50 años después de la creación de la unidad europea que la popularidad del proceso de construcción comunitaria decaiga. Sin en otros tiempos el fin de la II Guerra Mundial nos unió, hoy la UE no ha impedido: otras guerras bélicas a las puertas de casa (Balcanes, Ucrania, Georgia y otras repúblicas caucásicas de la extinta URSS),  la falta de mediación en  conflictos internacionales en Oriente Medio o incluso la fallida gestión ante llegada masiva de inmigrantes de varios continentes por varios flancos meridionales europeos.

Todas esas crisis (europeas, domésticas e internacionales) denotan que la UE está más dividida que nunca. El euro cuestionado entre algunos socios, el Acuerdo de Schengen revocado temporalmente, la crisis del ébola en Africa causó pánico pero impidió coherencia y el colapso de alguna economía no hace si agudizar el panorama. Lo malo es que la UE parece  haber llegado a punto de no retorno ante la ausencia de un liderazgo político en su seno. Hay muchos líderes nacionales, pero ninguno que anteponga los intereses europeos a los nacionales. Ni siquiera en el plano espiritual. Es el actual Papa Francisco de origen porteño quien por primera vez en muchos años parece haber dado el paso  al frente desde el Vaticano en algunas cuestiones morales y éticas del mundo. En resumen, Europa, así no !










miércoles, 24 de junio de 2015

DESMORALIZANTE LA MORAL POLITICA ESPAÑOLA SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO

Grandes aspavientos contra el #CambioClimático y elocuentes discursos en la lucha por defender los intereses de la Cumbre del Clima, pero la moral y ética políticas en España se asemejan a un adefesio. A los expedientes abiertos en la Comisión Europea contra España por el tema de las renovables, se le suma ahora la obsesión del ejecutivo español por penalizar lo que hasta la Encíclica del Papa Francisco sobre el medio ambiente pregona para proteger el ecosistema. 

Se da la esperpéntica situación que en España la colocación de placas solares o autogeneradores de eólica en nuestras viviendas para el autoconsumo de renovables van a ser penalizados con una tasa superior a la fuga nuclear.




En qué país de moral católica-apostólica vivimos con tanta incongruencia que pese al incumplimiento de la normativa "Europa 20-20-20" para luchar contra las emisiones de #CO2 a la atmósfera seguimos primando al petróleo frente al consumo de las energías limpias y renovables? 

En qué país vivimos que la mayoría de nuestros vecinos del entorno europeo y con muchas menos horas de sol fomenta y alienta las placas solares y autogeneradores eólicos para contribuir sobremanera al Cambio Climático, y aquí aún mantenemos la inconciencia que expulsa millones de toneladas de dióxido de carbono y otras partículas contaminantes de forma gratuita?

En qué país vivimos, que en medio de la crisis económica más dura de todos los tiempos, seguimos apostando por el ladrillo nuevo mientras que olvidamos que el 80% del parque de viviendas españolas adolece de ineficiencia energética (fuga y derroche), pudiendo rebajar el sangrante paro reactivando este sector con la rehabilitación de las viviendas y cumpliendo con los objetivos del cumbre de la Tierra?

En qué país vivimos que nos negamos también a apostar por la #economía #verde como sector estratégico como en la mayoría de nuestros vecinos y que sólo en España podría generar hasta 2 millones de empleos y oficios nuevos, mientras en su lugar nos obcecamos con mantener  inalterable nuestro modelo productivo (ladrillo, turismo, automoción ?)

En qué país vivimos que como buenos moralistas católicos, en vez de ser la causa solemos ser el efecto y caminar en retaguardia para liderar determinadas revoluciones tecnológicas como la #digitalización de la economía desalentando la expansión de la banda ancha y de los emprendedores digitales (según ciertos gurús España podría generar otros 2 millones de empleos nuevos gracias a Internet y las nuevas tecnologías (TICs) mejorando a la vez nuestros niveles de exposición de contaminación atmosférica ?

Mientras una entidad anquilosada en el pretérito como es el Vaticano se sacude la caspa con el nuevo Papa y su última Encíclica apela por una "revolución cultural" para salvar el Planeta y proteger el medio-ambiente, nosotros vivimos en un país que aspira a quitarse los complejos de enano en política exterior, se postula al G-10 y a mantener un asiento permamente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas mientras el ejecutivo (predecesores y actuales) se postran en rehuir del cambio por temor no a la causa en sí sino a perder votos domésticos. Acabamos de concluir unas recientes elecciones municipales y autonómicas en España y me atrevería a afirmar que casi ningún partido ha debatido ni incluido en su programa electoral propuestas medioambientales. Esto denota nuestra baja conciencia ecológica y el nulo cuidado que hace de esta materia nuestra casta. Desde luego con esta monogamia de pensamiento, palabra y obra no vamos a llegar muy lejos, y menos a salir de la litúrgica crisis  estructural con fórmulas clásicas.