
España, en la zona Euro, ya no puede devaluar la peseta como hacía en el pasado. Por eso el Gobierno de ZP debería llevar a cabo una devaluación interna: "devaluar salarios y precios" respecto a Alemania, como forma de contener la crisis económica, su recesión más grave desde el crac del 29, el colapso actual del consumo y de las inversiones, los excesos del Estado así como la mayor destrucción de empleo desde el final de la II Guerra Mundial. A estas conclusiones llega el ex nobel de Economía 2008 Paul Krugman en una reciente conferencia pública en Argentina.
¿Qué hacen Ejecutivo, oposición, empresarios y sindicatos que no se ponen de acuerdo en idear recetas -con o sin la UE- para poner fin a esta hemorragia, asistiendo en su lugar a guerras mediáticas y a un continuo intercambio de disparos? ¿Hemos de salir a la calle para exigir este consenso? ¿No estamos ante una situación excepcional que requieren medidas excepcionales?