La batalla campal -entre las fuerzas políticas- por la presidencia de Caja Madrid ha abierto la otra caja, la de los rayos y truenos: ¿El Banco de España puede permanecer impávido ante el reordenamiento del sector financiero español y la pugna por el control de dichas entidades de ahorro por parte de políticos en vez de expertos en la materia, que hagan periclictar aún más la estabilidad futura del zozobroso sistema?
Hay un mandato adicional en las pasadas reuniones del G-20 para sentar las bases de la estabilidad financiera mundial. ¿Lo estaremos consiguiendo así con tanta politización del segundo sector más importante, tras la banca, del sistema financiero español? ¿Se imaginan que Lehman Brothers estuviera gestionado por un político? En España sí que nos gusta la melodía de Supertram: "Crisis, what crisis ?"
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