lunes, 6 de abril de 2009
LOS SANTOS DE LA 8ª POTENCIA DEL MUNDO
¿Qué cimientos ha levantado España, para que presumiendo de ser la 8ª economía del mundo, seamos el país con los peores ratios económicos y más negras perspectivas para salir de la actual crisis de toda la UE? Ya lo decíamos anteriormente en otro post, nuestra memoria padece Alzheimer agudo y un autismo para emprender reformas estructurales, en vista a que las fórmulas keynesianas en marcha (es decir a cargo de los contribuyentes) no parecen germinar. Las fotos del peregrinaje internacional con el Santo Obama en varias capitales (Londres, Estrasburgo, Praga, Ankara, etc) desvían momentánemanete la atención, pero en el fondo lo que nos va es: "la economía, idiotas". Mientras el titular de Hacienda rehace sus pronósticos -que no coinciden para nada con los del Banco de España- ahora resulta que el diario NewYork Times también nos coloca a la cola de Europa en la futura recuperación. En qué quedamos ¿somos la 8ª potencia del mundo o el 8º hoyo en un campo de golf? ¿ Sobre qué fundamentos estábamos levantados para que con la actual crisis sísmica hayamos perdido hasta el sello de la postal ?
Con razón más de uno se pregunta si las políticas económicas del Gobierno central y de las autonomías serán capaces de levantar otros cimientos para España a prueba de futuros "terremotos". Si tanta precariedad en el tejido laboral, en los niveles de productividad, formación, innovación, desarrollo y competitividad, por no hablar en el de las prestaciones sociales, nos hará fraguar algo más sólido que el ladrillo, el boom del dinero fácil, el pelotazo, el turismo de mochila y la recurrente regadera de ayudas a los incontables sectores en crisis para reactivar lo que no sea reanima ni con descargas eléctricas. Está visto que los fundamentos de la primera potencia de la UE en la cola, no nos pueden servir para reanimar al moribundo paciente. Siempre queda pedir a Obama u orar al G-19 para que la economía española se reactive.
Un consejo que bien podríamos copiar de los luteranos: dejemos de presumir y que los impostores aprendices de brujo hagan sitio para que se levanten bien de una vez los cimientos. Sólo sea por no llorar a los santos.