Uno se queda estupefacto. Que un ser medianamente inteligente al frente del Salón Internacional de Turismo de Catalunya y del primer grupo turístico catalán Sehrs, SA , y cuyo nombre esté estos días en el ojo del huracán como es Ramón Bagó por ciertas declaraciones pseudo-xenófobas, lamente que: "muchos catalanes viajan al extranjero "disfrazados" de españoles", ya no sabe uno qué pensar.
Que el presidente del Salón añada acto seguido que "afecta comercialmente a Catalunya" y que "perjudica la promoción catalana" en el exterior.... nos hace rememorar aquellos tiempos atrás de la fervorosa autarquía española, cuando viajar más allá de los Pirineos exigía pasaporte, visado del Banco de España certificando cuantía de las divisas convertibles, visa según qué países, y un estricto control policial y de fronteras cuando los catalanes entonces éramos españoles. En pleno siglo XXI, algunos españoles en Catalunya se tienen que disfrazar de "catalanes" para viajar por estas bonitas tierras catalanas, no por gusto, sino por que no queda más remedio, en ocasiones, para evitar ser discriminado. Sin refererirnos a la polémica política en torno al Estatut, separatismos, independentismos y otros antónimos de la "aldea global" de MacLuhan, uno se pregunta: ¿alguien nos encamina a una nueva autarquía à la catalana?
¿Los más de 500 millones de euros del Grupo de empresas Sehrs SA que Bagó factura anualmente, provienen sólo de los catalanes disfrazados ? Claro, aqua si us plau !