De aquellas primeras jornadas de 80 horas/semanales en el s. XIX, se ha ido pasando a las 60 h/semana en el XX, luego a las 40 horas, y en algunos países actualmente como Francia, a las casi 35 horas/semanales. Entre tanto han aparecido pensadores y empresarios sugiriendo todos ellos conjugar el verbo alemán "Umdenken" (cambio de mentalidad).: Desde Theobald con su teoría de "La renta mínima garantizada", hasta Luis Racionero con su "Exito cibernético y la rebelión de las élites", pasando por aquel industrial alemán que hablaba de una renta vitalicia de 800 Euros/mes para todos los adultos en edad laboral.
Si la población agrícola primero, luego industrial y ahora la de servicios se está reduciendo drásticamente a lo largo de los últimos lustros, todo hace pensar que la Civilización del Ocio fagocitará el concepto clásico del Trabajo. La cibernética, la atención de los mayores, la formación continuada, el cuidado de la salud, el deporte , las nuevas artes y oficios, la ciencia y la espiritualidad, son sólo unos cuantos estimas que -pese a que nos cueste- tendremos que ir asumiendo tarde o temprano. El Trabajo escasea, el Ocio abunda. El gran negocio está por eso por descubrir.
¿Y si en vez de obsesionarnos con trabajar 40 horas/semanales nos conformamos con laborar 20 horas, compartiendo así el escaso trabajo productivo, recortando la retribución pero compensándola con Ocio y otras actividades extra-laborales?
El siglo XXI nos está obligando a conjugar el verbo "umdenken". La salida de la crisis (estructural, no coyuntural) depende de nuestras dosis de creatividad y de la capacidad de renovar paradigmas. Alguien dijo que "Menos es más"... e igual tiene mucha razón !