-- Decálogo de 12 medidas concretas
Con la caída del Muro de Berlín en 1989 y la aparición de la globalización, el capitalismo en Occidente se resiste a redefinirse. Pero ahora, con la olla a presión a punto de explosionar, las fugas de aire caliente han favorecido los especuladores. Estos son los causantes de la aparición de la crisis mundial que de forma especial en la UE se acopla además a la financiera, de capitales, política, defensa, social, que está minando el estado de bienestar, las conquistas sociales y generalizando el hastío social contra la ineptitud del stablishment político.
Mientras la UE sigue sin hablar con voz propia al multiplicarse sus interlocutores institucionales y estructuras burocráticas, el capitalismo renano social de mercado -nacido tras la II Guerra Mundial y bautizado ya adulto con el Euro-, junto con el FMI, el Banco Mundial, el G-7, G-9 y el G-20 o el Banco Central Europeo (BCE) entre otros hace tiempo que se ha resquebrajado, y lo peor, que nos resistimos a admitirlo. Por el contrario, los especuladores financieros se ceban a través de las rendijas de países en el centro del huracán internacional por sus abultados niveles de deudas, déficits públicos o recesión económica: Islandia, Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia, Bélgica, etc.
Nos creemos que con la creación del Euro y del BCE que vigila la política monetaria transeuropea, estamos a salvo de los ataques en los mercados. Sin embargo la Unión económica y monetaria no es suficiente. Para mitigar a los especuladores, el capitalismo renano del viejo continente ha de imponer el siguiente decálogo de medidas urgentes:
1.- Armonización de la deuda pública europea en todos los países integrantes de la UE (tomando como modelo el Bono alemán si se quiere). De esta manera, no habría margen para la especulación.
2.- Sustitución de las Bolsas nacionales (DAX, Cac 40, Footsi, Ibex, Mibtel, etc) por una única plaza financiera y un único índice de referencia en la UE. Esto pasa igualmente por constituir un único Ministerio europeo de Economía y Hacienda (Tesoro), un único organismo regulador ( y no 27), una sóla agencia de rating europea, y en suma una sóla autoridad que vele por los intereses europeos ante los movimientos especuladores internacionales apoyados en tan variados valores referenciales.
3.- Armonización de las pensiones europeas: las actuales disparidades en el seno de la UE pueden dar pie a futuros ataques por parte de los especuladores contra los más de 1.000 fondos de pensiones europeos con activos superiores a 500.000 millones de euros que gestionan los recursos de los futuros pensionistas comunitarios.
4.- Armonización de la política fiscal, impuestos y tasas en toda la UE: la divesidad de topes máximos, gravámenes, regímenes y políticas de desgravaciones (IVA, impuestos especiales, carburantes, alcohol, tabaco, etc) no sólo nos aleja de la ansiada unidad económica, sino que son el caldo de cultivo para los especuladores.
5.- Homogeneización de los salarios, cotizaciones, jubilaciones, pensiones y niveles de remuneración entre los distintos países de la UE: no es tolerable las grandes diferencias existentes en un mercado que se dice llamar “único europeo”.
6.- Homogeneización de las vacaciones, periodos de contribución así como de los derechos adquiridos en prestaciones sociales: desde el seguro del desempleo, pasando por las compensaciones contra bajas laborales, por enfermedad, maternidad, ayudas a la natalidad, periodos de descanso, a la integración social, educación, vivienda, ayudas a la vejez, de enfermedad o de dependencia, etc, etc
7.- Homogeneizar los precios de materias primas en la UE libraría de tensiones inflacionistas y quitaría hierro a la presión especuladora por los brokers.
8.- Subrogación de los datos estadísticos nacionales por otros índices únicos relevantes de la UE macro-económicos: desde la tasa del PIB, inflación, pasando por la del paro, deuda, déficit, balanza de pagos, etc. Este simple gesto estadístico contiene doble efecto: acostumbrarnos a contemplarnos como una unidad y no alimentar a los especuladores con ratios nacionales que justifiquen las divergencias domésticas. ¿Alguien tiene en cuenta la diferencia de la tasa inflacionista entre Sajona o Baviera, o entre cada uno de los 51 estados federales de EE.UU.?
9.- Si la OTAN lo ha conseguido y la gran mayoría de los estados miembros de la UE forma parte de esta Alianza, la homogeneización del idioma oficial al inglés y de una única sede comunitaria en Bruselas. Es insostenible la torre de Babel actualmente existente (que sufragamos todos los contribuyentes) y la existencia de 3 sedes comunitarias repartidas por Bruselas, Luxemburgo y Estrasburgo. Sólo en las traducciones oficiales para todas las instancias europeas (27 países y 23 idiomas por ahora) nos lleva a derrochar una plantilla de unos 4.000 traductores e intérpretes (entre funcionarios en activo como en reserva), fabricar un millón de traducciones de documentos oficiales y a dedicar alrededor de 1.200 millones euros anuales a este cuestionable capítulo. Un gasto intraducible. Los especuladores sólo hablan sólo un idioma mientras EE.UU. . China o los países emergentes se frontan las manos
10.- Por otro lado, resolveríamos los agravios comparativos en torno a la única patente europea (que ha provocado las iras de España e Italia al no admitirse estos idiomas como oficiales, e imperar el alemán, inglés y francés). Pese a los ahorros económicos y seudo-burocráticos conseguidos con esta medida, proteger un invento en la UE cuesta todavía hoy en día hasta 32.000 euros frente a los 1.850 euros en EE.UU. ). ¿ Alguien se acuerda de aquella película “La Tormenta Perfecta ¿?
11.- Dotar al Parlamento europeo y a su ejecutivo de unos poderes que hoy por hoy son papel mojado. Ni tienen voz propia ni los egos nacionales calman a los especuladores. Es insostenible , y así se aprovechan los especuladores, la diversidad de voces disonantes y portavoces en materia política, económica, financiera, social , exterior o de defensa entre otros. Los numerosos interlocutores (véase Barroso, Van Rompy, Ashton, el presidente semestral de turno del consejo europeo, amén de Merkel y Sarzkozy, así como del resto de los 25 jefes de Estado y de gobierno europeos) para afrontar la crisis: una crisis común europea (CCE). Cuando Europa llama a EE.UU., ¿a que todos sabemos a qué número de teléfono tenemos que marcar para hablar con Obama en Washington? Y a la inversa, ¿a quién debe llamar Obama ? Estos lujos se pagan muy caros.
12.- La desafección política e institucional en la UE entre sus ciudadanos hacia sus dirigentes no hacen sino alimentar el caldo de cultivo de la clase especuladora. De acuerdo a ciertos sondeos de opinión, el desencanto general por la crisis y sus efectos han hecho mella en los europeos, situando el paro, la crisis y los políticos entre sus principales preocupaciones. La casta política en la UE y los países miembros no parecen sentirse aludida y cuando surgen movimientos de protesta civil, como en España con el movimiento 15M o Spanish Revolution, o los altos índices de abstención electoral , lo achacan a fenómenos pasajeros.
En suma, muchas de estas medidas anteriores terminarán de imponerse con el tiempo, pese a las resistencias en las mentes de algunos pensantes anti-europeos en defensa de sus propios intereses partiditas y personales aunque alimenten la especulación y abra una brecha insalvable entre el ciudadano a pie y sus dirigentes. El nacimiento de la UME y la introducción del Euro en el 2002, más motivado por una justificación política que económica, tiene que concluir y demostrar sin más retraso su eficacia. Las baterías de reserva ya están agotadas. No hay tiempo que perder, si no queremos que la Crisis Económica Europea (CCE) siga periclitando el proceso de construcción europeo.